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La presunción de ser una vez salvo siempre salvo

Salvo siempre salvo 2

La Soberbia es el principal de los pecados capitales y de ésta se desprende la “presunción” que consiste en confiar demasiado en sí mismo , en sus propias luces .

A la pregunta ¿Puede estar seguro de su salvación? Una página web evangélica responde:

¡Puedes estar seguro!

¿Está seguro que va para el cielo? Si usted es como la mayoría de la gente, dudará al decir que “sí.” Pensando que es presunción . Pero en realidad, ¿puede alguien estar seguro?

Bien, la Biblia tiene buenas noticias para usted. Si puede estar seguro. La verdad es que Dios quiere que esté seguro. Y no es tan complicado como piensa.

http://www.faithalone.org/seguro.html

Además, Rick Jones dice en su libro “Conozca al Catolicismo Romano” que la Iglesia Católica “una vez más se opone a la Palabra de Dios” cuando señala en el Catecismo que la presunción de la omnipotencia o de la misericordia divina es un pecado contra la Esperanza:

Al tomar esta posición, la Iglesia Católica una vez más se opone a la Palabra de Dios:

“Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios”.
1 Juan 5:13

Esto es lo que enseña el Catecismo de la Iglesia Católica sobre la Esperanza:

La esperanza

2090 Cuando Dios se revela y llama al hombre, éste no puede responder plenamente al amor divino por sus propias fuerzas. Debe esperar que Dios le dé la capacidad de devolverle el amor y de obrar conforme a los mandamientos de la caridad. La esperanza es aguardar confiadamente la bendición divina y la bienaventurada visión de Dios; es también el temor de ofender el amor de Dios y de provocar su castigo.

2091 El primer mandamiento se refiere también a los pecados contra la esperanza, que son la desesperación y la presunción:

Por la desesperación , el hombre deja de esperar de Dios su salvación personal, el auxilio para llegar a ella o el perdón de sus pecados. Se opone a la Bondad de Dios, a su Justicia -porque el Señor es fiel a sus promesas – y a su Misericordia.

2092 Hay dos clases de presunción . O bien el hombre presume de sus capacidades (esperando poder salvarse sin la ayuda de lo alto), o bien presume de la omnipotencia o de la misericordia divinas (esperando obtener su perdón sin conversión y la gloria sin mérito).

La Esperanza es una de las virtudes teologales junto con la Fe y la Caridad mencionadas por San Pablo ( 1 Co 13, 13). Si la “sola fe” basta para salvarse y ya son “salvo, siempre salvo” ¿por qué es necesaria la Esperanza? ¿Por qué la menciona la Biblia?

¿Es verdad que la Biblia dice que somos “salvo siempre salvo”?

Pues por las palabras de San Pablo, no parece que dijera tal cosa:

“Sino que castigo mi cuerpo y lo esclavizo; No sea que, habiendo predicado a los demás, yo mismo resulte descalificado.” 1 Corintios 9,27

“Pues aunque de nada me acusa la conciencia, no por esto estoy justificado. El que me juzga es el Señor .”
1 Corintios 4,4

” Trabajad con temor y temblor por vuestra salvación.” Filipenses 2,12

Y sobre todo la carta a los Filipenses es muy importante para ver si Pablo “presumía” de ser “una vez salvo, siempre salvo”:

Pero lo que tenía por ganancia, lo reputo ahora por Cristo como pérdida, y aun todo lo tengo por pérdida a causa del sublime conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por cuyo amor todo lo sacrifiqué y lo tengo por basura, con de ganar a Cristo y ser hallado en El no en posesión de mi justicia, la de la Ley, sino de la justicia que procede de Dios, que se funda en la fe y nos viene por la fe de Cristo; para conocerle a El y el poder de su resurrección y la participación en sus padecimientos, conformándome a El en su muerte y por si logro alcanzar la resurrección de los muertos .” Filipenses. 3, 7-15

Hagamos una primera reflexión aquí. San Pablo dice “por si logro alcanzar la resurrección de los muertos”. ¿Por si logro? Es decir, que Pablo No “presume” que alcanzará la resurrección de los muertos.

San Pablo continúa diciendo:

“No es que la haya alcanzado ya es decir, que haya logrado la perfección sino que la sigo por si logro apresarla , por cuanto yo mismo fui apresado en Cristo Jesús.”

¡Momento!. Otro alto. ¿No es que la haya alcanzado ya? ¿No es que haya logrado la perfección? Vemos nuevamente que Pablo no “presume” de haber logrado la meta que es Cristo .

“Hermanos, yo no creo haberla aún alcanzado ; pero, dando al olvido a lo que queda atrás, me lanzo tras lo que tengo delante, (mirando) hacia la meta, hacia el galardón de la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús.”

Vaya! La cosa se pone cada vez más difícil para los hermanos protestantes. Nuevamente dice “yo no creo haberla aún alcanzado”. Ahora no nos vayan a salir con la “interpretación” que San Pablo habla aquí de carreras de 400 metros planos… La meta es Jesús y Pablo dice que no cree haberla alcanzado.

Y como remate final dice:

“Y cuantos somos perfectos , esto mismo sintamos”

Es decir, que los “perfectos” deben obrar como él y no “presumir” de haber alcanzado la meta que es Cristo Jesús.

Ahora ¿alguien puede decir después de leer todo esto que la Iglesia Católica “una vez más se opone a la palabra de Dios”?

En la página evangélica http://www.faithalone.org en relación a este tema de estar seguro de ser salvo, siempre salvo, señalan:

Mucha gente cree que para permanecer salvo tiene que hacer la voluntad de Dios. Pero Jesucristo dijo que es realmente una cuestión de Él hacer la voluntad del Padre en la cruz. Jesús prometió que aquel que creyera en Él nunca tendría hambre ni sed. Él prometió que nunca echaría a nadie que viniera a Él y que no perdería ni una sola persona que en Él creyera. Si alguien que teniendo fe en Jesús perdiera su salvación, entonces Jesús habría fallado en cumplir su promesa, y habría fallado en hacer la voluntad del Padre. El regalo eterno de Cristo nunca puede fallar, por ninguna razón, Él lo garantiza.

Esta afirmación es totalmente contraria a la palabra de Cristo:

Así que podríamos ir más allá: No solamente “mucha gente” sino también Jesús:

“No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos , sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial .” Mateo 7,21

Mas claro, ni el agua, quien quiera entrar en el Reino de los Cielos tiene que hacer la voluntad de Dios. Pero además añade Cristo:

“Muchos me dirán en aquel día: ¡Señor, Señor!, ¿no profetizamos en tu nombre, y en nombre tuyo arrojamos los demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Yo entonces les diré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de iniquidad”

No basta con ir a una iglesia evangélica y decir “Señor Jesús’ , ‘Aleluya’, ‘Alabado sea el Señor’, ‘Gloria a ti Señor’. Hay que hacer la voluntad de Dios.

Y cuál es la voluntad de Dios?

Que todos los hombres se salven pero para entrar en la vida eterna Jesús nos dice que debemos guardar los Mandamientos:

Mas si quieres entrar en la vida, guarda los Mandamientos .” ¿Cuáles? le replicó, Jesús le dijo: ‘No matarás; no cometerás adulterio; no robarás; no darás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre, y: amarás a tu prójimo como a ti mismo.'” Mateo 19, 17-19

Qué diferentes suenan las palabras de Cristo comparadas con las enseñanzas del fundador del Protestantismo, Martín Lutero:

“Sé un pecador y peca impudentemente, pero cree y alégrate en Cristo con más valentía… Ningún pecado nos separará del Cordero, aunque forniquemos y matemos mil veces al día .” Martín Lutero, carta a Melanchthon, 1ero. de Agosto, 1521

El pecado es muerte del alma. Cristo no nos da licencia para “asesinar” nuestra alma mil veces al día. Esto es tentar a Dios y contrario a las Escrituras.

Si les gusta indagar en las enseñanzas de los Padres de la Iglesia, averigüen si un Padre de la Iglesia enseñó este credo falso de “salvo, siempre salvo”.

Van a perder su tiempo porque no lo van a encontrar. El “Salvo, siempre salvo” es otra “añadidura protestante” a la sana doctrina enseñada en la Iglesia.

Finalmente, he leído en una página evangélica que se habla de “la angustia de la salvación católica” y por este titulo me animé a escribir este artículo. Quisiera aclarar que los católicos no sentimos angustia de nuestra salvación.

  Los católicos tenemos FE en Cristo Jesús, ESPERANZA que se apoya en las promesas divinas realizadas en Jesús, en las cuáles están implicadas la misericordia, la fidelidad y el auxilio de Dios, y la CARIDAD que, según San Juan de la Cruz “nos obliga a amar a Dios sobre todas las cosas”.

Tener ESPERANZA no es lo mismo que PRESUMIR. Los católicos no “presumimos” de ser “salvos, siempre salvos”. La presunción es un pecado contra la Esperanza ( 1 Co. 13, 13) . Los católicos tenemos ESPERANZA humilde en las promesas de Nuestro Señor que nos enseñó a orar en el Padre Nuestro: “Venga a nosotros tu Reino” y “libranos de todo mal”.

La ESPERANZA es humilde, la PRESUNCIÒN es soberbia. Dios aborrece la soberbia:

Prov. 8, 13: “Temer a Dios es aborrecer el mal; la soberbia, la arrogancia, el mal camino, la boca perversa las detesto 

En cambio, enaltece a los humildes :

El hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón . Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. (Lc 1,39-56)

Autor: Beatriz Aparicio

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